Chinchero: historias que tejen culturas vivas
Publicado el 2 agosto, 2012
Tejidos de colores se entrelazan con ritmo. Pelusas de lana de borrego vuelan en el aire. Mujeres indígenas vestidas con falda negra y sombreros que hacen juego, posan al sol mientras tejen su siguiente maravilla. Hay niños jugando en las callecitas empedradas y las casas de barro antiguas se mantienen orgullosas de sus cimientos y muros incas. Con un estilo colonial la población sigue mantenido sus tradiciones.
Su complejo arqueológico tiene una iglesia colonial que se construyó sobre el antiguo palacio de Tupac Inca Yupanqui (importante gobernante inca). Mantiene algunos rasgos originales que contrastan y realzan la belleza de la plaza Chinchero. En su interior hay murales y pinturas clásicas de la época colonial con gran simbolismo e historia.
Cosmovisión y arte textil
Sus tejidos mantienen viva la historia. A través de diseños orgánicos cuentan su pasado con los colores que la pacha mama da mediante ingredientes naturales. Más que un poncho, mantel o traje los tejidos tienen un gran simbolismo. Fue y es la manera de fijar su sabiduría. En cada diseño expresan un claro conocimiento referente al ciclo reproductivo de los rebaños, agricultura y toda la naturaleza que los rodea; expresan su visión y su amor.
A lo largo del pueblo hay varios talleres abiertos para mostrar los procesos de producción. Las visitas no se cobran, pero se espera una compra y se aceptan propinas voluntarias.
La elaboración de cada pieza requiere de esfuerzo físico, mucho tiempo, dedicación y habilidad. Todas las mujeres deben aprender a tejer y hacer una pieza especial para el esposo antes de casarse. Los hombres ayudan con el proceso de hilar, para que las fibras queden listas.
Centro Urpi, turismo vivencial de colores
Originalmente dedicaban sus esfuerzos a la producción textil, con un taller demostrativo y venta de artículos al público. Hoy abren sus puertas a los turistas y viajeros que quieran profundizar y compartir la vida de este pueblo. En el centro vive la familia Quispe, quienes implementaron algunos cuartos extras para los que quieran trasnochar. Pero en realidad, la idea es que la persona que se quede ahí, coma, trabaje y comparta las actividades de la familia para que realmente viva la experiencia, experimente un «turismo vivencial».
Nuevamente nos encontramos con esta tendencia de un turismo cultural y de intercambio de saberes, que por un lado refuerza y revaloriza las tradiciones y costumbres, pero por el otro, la comunidad comienza a ser influenciada de una u otra forma. (Si te interesa el turismo comunitario y vivencial, no olvides consultar nuestro buscador, en la barra derecha de la página).
Además de las actividades cotidianas se complementa la visita con caminatas alrededor del pueblo para conocer la zona: Laguna Piuray, caminata a Urquillos y Moray. Además de caminar con Walter y disfrutar los bellísimos paisajes compartiendo la sagrada hoja de coca, nos tocó la temporada de cosecha de la papa y todas las chacras estaban de gala con costales llenos. Tuvimos la suerte de comer Huatia, tradición milenaria que consiste en improvisar un horno con los terrones de tierra, producto de la cosecha. Adentro se prende fuego y luego de calentarse bien, se llena con las papas recién sacadas y se cubre de tierra. Algunas habas con cáscara y todo acompañan los tubérculos. Al paso de 1 hora aproximadamente cada chacra saca su propio humito, la comida está lista. La comida sale con el sabor de la pachamama, sin condimentos extras, ¡exquisito! La bebida que acompaña es la chicha de maíz (bebida fermentada de maíz). A la cosecha va toda la familia, incluyendo niños y abuelos, una hermosa experiencia.
En la noche prepararon una fogata con música en vivo, era el cumpleaños de la hija pequeña y cantamos bajo las infinitas estrellas.
Muchos turistas pasan en tour sólo por las ruinas arqueológicas y 15 minutos por los centros textiles artesanales. Sin embargo, Chinchero es realmente un hermoso pueblo y un lugar con misterios por descubrir. Vale la pena dedicarle una noche por lo menos.
¡Gracias a la familia Quispe, que sonrió y nos compartió sus sueños!
¿Cómo llegar?
Chinchero está ubicado estratégicamente en el cruce de tres caminos que conectan Cusco, Yucay y Pumamarca. A una hora de camino desde Ollantaytambo (ver nota Valle Sagrado: descubriendo las rutas de los Incas), y a unos 45 minutos desde Cusco. Lo más habitual es ir desde Cusco (ver nota Cusco: historia Inca contada en piedras) donde puedes tomar una combi o contratar un tour que suele incluir una breve visita por Chinchero para luego tocar diferentes puntos del Valle Sagrado y terminar en Ollantaytambo. Recomendamos Perú Tierra Inka, una agencia con experiencia y que trabaja fomentando el turismo comunitario.
Algunos Datos
Centro Urpi – Textiles artesanales y turismo vivencial
Calle Garcilazo 160 – Chinchero, Urubamba, Cusco.
Contacto: Walter Quispe
Correo: urpiwqc@hotmail.com
Teléfono: (084)306-027 / Celular: (984)909-928
Centro de interpretación de la Textilería Andina Kantu
textileskantu@gmail.com
Teléfonos: 979300796 – 965646185
www.Facebook.com/CITAKANTUCUSCO
Perú HCT – Perú Tierra Inka SAC
Calle Nueva Baja 464, 2do. Nivel • Cusco, Perú
Móvil: 974 958 107 • RPM: #240354>
Telefax: (084) 253 714
administracion@perutierrainka.com
www.chavintours.com.pe
Minivan Cusco – Chinchero S/.8 (45 minutos)
Salen del paradero de la calle Huáscar hacia Urubamba parando en Chinchero
Taxi colectivo Cusco – Chinchero S/.5 (45 minutos)
Salen del paradero de la calle Belen Pampa hacia Urubamba parando en Chinchero
Destinos Cercanos
– Cusco: historia Inca contada en piedras
– Huacachina: desafiando las dunas de arena al atardecer
– Machu Picchu: su pueblo, sus ruinas y su encanto
– Valle Sagrado: descubriendo las rutas de los Incas