Concepción Ataco: un pueblo multicolor con aroma a café
Publicado el 27 septiembre, 2011
Concepción de Ataco es uno de los 5 destinos que conforman La Ruta de las Flores, un conjunto de pueblos coloniales de montaña con un clima muy bonito. La producción de café es la actividad principal de la región y la gastronomía tiene una gran importancia.
El pueblo es bastante vistoso y tranquilo. Sus calles son empedradas y muchas de sus paredes tienen pintados hermosos murales de colores con temáticas locales. Alrededor están las montañas repletas de verdes cafetales. La niebla también es un elemento muy importante en el paisaje.
Llegando desde Guatemala
Veníamos desde Guatemala en un largo viaje. Partimos desde Chiquirichapa (cerquita de Quetzaltenango) a las 3 de la mañana hacia la ciudad de Guatemala. Allí abordamos un chicken bus hasta la frontera de Valle Nuevo, donde después del papeleo pertinente, tomamos una combi hasta Ahuachapán. Por último, tomamos un autobús de la ruta 249 que nos dejó en el pueblo de Ataco alrededor de las 13hrs.
Sin tener hospedaje, caminamos unas cuadras preguntando a la gente por algún lugar económico. Por alguna razón, Eli golpeó la puerta de una casa que por tener murales pintados en el exterior parecía un hostal. De la ventana se asomó Eduardo, quien al preguntarle por un alojamiento contestó: Aquí no es hostal, pero ¿conocen CouchSurfing (red mundial de intercambio de alojamiento)?
Ante nuestra respuesta positiva, Eduardo nos llevó a casa de Atilio, quien nos recibiría en su casa. Atilio de 67 años (con apariencia de 50) nos hizo pasar a su casa y 10 minutos después estábamos los 4 tomando una cerveza y comiendo una picada.
¡La mejor bienvenida que nos han dado hasta ahora! Allí comenzó una hermosa convivencia de varios días en la casa de Atilio y Rosario, quienes siempre fueron muy amables. Con ellos compartimos divertidos e inolvidables momentos. ¡GRACIAS!
Después de entrar en confianza y descansar un rato, salimos con Atilio y Eduardo a comer unas pupusas, la comida más tradicional de El Salvador. Se trata de una especie de tortilla de maíz gruesa rellena de diferentes cosas como chicharrón, frijoles con queso y otros ingredientes locales que varían dependiendo de la zona. En Ataco las de ayote (pequeña calabaza), loroco (una florecita) y tenquique (un hongo silvestre) son las más populares. Luego caminamos de noche por el pequeño pueblo y regresamos a dormir.
El fin de semana
Como en la mayoría de los lugares turísticos de El Salvador, el pueblo cambia totalmente los fines de semana. Muchos visitantes (en su mayoría de otras partes de El Salvador) llegan a pasear y todos los restaurantes, cafés y tiendas de artesanías abren sus puertas. Durante la semana, casi toda la actividad dirigida al turismo permanece cerrada devolviendo la tranquilidad al pueblo.
Los sábados y domingos se arma en la plaza una feria con varios puestos de comida. Aunque de menor tamaño que la famosa feria gastronómica de Juayúa (ver nota Juayúa: fines de semana llenos de sabores salvadoreños), también aquí puedes encontrar platillos tradicionales y otros no tanto como conejo y ranas. Comimos unas pupusas y un jugo natural de zanahoria y caminamos por la plaza y sus calles. Nos gustó mucho más el ambiente de Ataco que el de Juayúa, más tranquilo y bonito.
Ausoles y Termales Santa Teresa
Al otro día, fuimos a bañarnos en unas aguas termales al ladito de Ahuachapán. Se trata del paraíso privado de un millonario finquero de café que en los últimos años ha decidido abrir su lugar al público. Varias albercas escalonadas, reciben el agua caliente y azufrada para bañarse y rejuvenecer. Rodeados de plantas de café y un ambiente bastante ostentoso nadamos en las albercas. Una vez más Eduardo nos acompañó, empezábamos a ser un grupo.
El lugar tiene algunas habitaciones para pernoctar (no muy baratas) y están planeando hacer unos dormitorios para backpackers con recursos. Si decides ir, reza por que no esté el dueño. Saldrás corriendo al paso de unos minutos de charlar con él, pues su plática siempre va alrededor de sus dólares y las propiedades familiares.
A unos pocos metros de las albercas hay algunos Asoles, que son lagunas de agua hirviendo que emanan del subsuelo. Estas aguas son sumamente peligrosas por su alto contenido de hidrógeno sulfurado y por estar a temperaturas cercanas a los 100 grados centígrados. Es muy loco ver brotar el agua burbujeante con el característico olor a huevo podrido del azufre.
Hay otra manera de conocer los Ausoles sin tener que pagar la abultada entrada a Santa Teresa. A unos 500 metros de la salida de Ahuachapán hacia Ataco, hay una desviación con un gran cartel que dice “AUSOLES”. Caminando cerca de 2 kilómetros por esa ruta, se llega a otra zona de asoles donde se paga una cuota de un dólar. Realmente los ausoles no son gran cosa después de dos minutos de estar frente a ellos, pero son un fenómeno natural que no se encuentra en muchos lugares.
Para llegar a los ausoles puedes tomar una combi desde Ahuachapán que va a “La Geo” (planta de energía geotérmica) y te deja en la entrada. Para las termales debes tomar el autobús que va de Ahuachapán a Concepción Ataco (o viceversa, dependiendo desde donde vengas) y bajarte en el crucero hacia Santa Teresa. Desde ahí caminar un kilómetro hasta la entrada.
Café
Regresamos a Ataco y fuimos a conocer la pequeña finca de café “Las Nubitas” de Ricardo, un amigo de Atilio. Recorrimos el hermoso lugar y nos contó acerca de las diferentes labores del cultivo de café. Pasamos varias horas platicando y viendo el hermoso paisaje al atardecer. Varias fincas cafeteras en Ataco y alrededores ofrecen visitas guiadas por las plantaciones y los beneficios.
El siguiente día lo pasamos caminando por las callecitas del pueblo. Subimos a un mirador donde hay una gran cruz blanca característica de Ataco, visitamos el mercado, nos sentamos en una banquita en la plaza y vimos algunas artesanías.
Cascadas de Don Juan
Otro día tomamos una combi (ruta 249) desde el mercado hacia Apaneca y nos bajamos en El Rosario (5 minutos). Allí pedimos aventón hacia las cascadas de Don Juan. El transporte público en esa carretera es poco frecuente por lo que te sugerimos hacer dedo o puedes pasarte dos horas esperando. Al llegar, pagamos la entrada y un guía nos acompañó por un cómodo sendero (sólo 300 metros) hasta las cascadas. Son 2 caídas de agua de unos 25 metros de altura que forman una pequeña alberca (no del todo natural). El río continúa hacia abajo haciendo varios saltitos. El paisaje es muy lindo, pero el agua fue demasiado fría para nosotros.
Nos sentamos en unas bancas a disfrutar el espectáculo y platicar un rato. Luego regresamos caminando hacia la entrada, donde pasa el río formando lindos espacios para nadar y hay un restaurante (solo funciona los fines de semana) con un floreado espacio para descansar.
Algunas iniciativas interesantes
En los días que pasamos en Ataco pudimos conocer algunos lugares que además de ofrecer un buen servicio, poseen una ideología que lo sustenta. Es el caso del El Botón, un café y restaurante que además de deliciosa comida elabora quesos de cabra orgánicos de manera artesanal. Su dueño, Michel, posee una pequeña granja a unos 15 minutos de Ataco donde cría cabras de manera sustentable. En su terreno cultiva de manera orgánica y regenerando el suelo el alimento para las cabras que le dan leche para elaborar sus quesos. Además, trabaja enseñando a los campesinos locales el manejo de cabras y les compra la leche a un precio muy por arriba del estándar de la zona. No dejen de probar los deliciosos quesos y visitar el restaurante que tiene música en vivo los fines de semana.
Otro lugar interesante es el restaurante Tayua. Allí Luis y su esposa tienen su propio huerto, donde cultivan de manera orgánica los vegetales que ofrecen a los comensales. Tienen un menú delicioso y una excelente panadería. Nosotros probamos la pizza vegetariana que a diferencia de muchos otros lugares donde comemos, es de gran sabor y tamaño. Las bebidas naturales también son muy buenas.
Taller de huerto en una comunidad
Una tarde, conectados por Ricardo, caminamos una hora hasta la comunidad de La Ceiba, para ofrecerles un pequeño taller de huertos orgánicos caseros. La pequeña comunidad está conformada por colonos de fincas cafetaleras a quienes sus patrones pagan un salario muy bajo por cuidar el cafetal y realizar sus labores.
La gente de La Ceiba estaba muy necesitada de aprender a cultivar sus hortalizas para ser un poco más independientes del sistema con sus bajos recursos. Café de por medio, pasamos unas 3 horas hablando de huertos, compostas y consumo responsable. Una muy linda experiencia que creemos que servirá como punto de partida para mejorar la autosuficiencia de los colonos y sus familias.
Ataco es sin duda un lugar muy bello en el que uno se quedaría a vivir. Tranquilo, pero a la vez con iniciativas y movida los fines de semana. No dejen de visitar este encantador pueblo, el más lindo de la Ruta de las Flores.
Algunos Datos
Combi Frontera Guatemala a Ahuachapán $0,50 US
Autobús (ruta 249) Ahuachapán – Ataco $0,40 US
Pupusas $0,30 US cada una
Termales Santa Teresa
Entrada $10 US por persona
www.termalesdesantateresa.com
Cascadas de Don Juan
Entrada $1 US
Estacionamiento $1 US
El Botón
2da avenida sur N°19
El Botón en Facebook
Restaurante Tayua
2ª Avenida Norte y 5ª Calle Oriente
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